Hola Guerrer@s!!
Hoy nos vamos a guerrear hasta la Ciudad del Pecado en Nevada: Las Vegas!! Acompañamos a nuestra amiga Elena en su viaje a esta ciudad estadounidense, perfectamente engalanada con su camiseta del Caballito de Soria, un caballito cada día más internacional, y eso nos encanta!!
Pues bien, como decíamos, la ciudad de Las Vegas se encuentra en el estado de Nevada, siendo su ciudad más grande. Es uno de los destinos turísticos más importantes de Estados Unidos y se calcula que es habitual que haya en torno a ella la misma cifra de turistas durante temporada de vacaciones que de habitantes: ya sea por viajes de estadounidenses que van a pasar un fin de semana o por el turismo mundial.
El lugar recibió su nombre del español Antonio Armijo, quien llegó ahí mientras seguía un viejo camino español desde Texas. En esa época, en algunas áreas bajas del Valle de Las Vegas, existían manantiales que creaban extensas áreas verdes que contrastaban con el desierto que las rodeaba; de ahí el nombre de “Las Vegas”. En 1900, los manantiales fueron canalizados hacia la ciudad, que así quedó provista de una fuente de agua potable. Esto permitió a Las Vegas convertirse en una parada en la que repostar agua para los trenes que viajaban entre Los Ángeles (California) y Albuquerque (Nuevo México).
Con la legalización del juego en 1931, Las Vegas inició su fama mundial. En 1941 se empezaron a construir grandes hoteles que incorporaban casinos con juegos de azar. Muchos de los primeros inversores de la ciudad fueron acusados de haber traído a Las Vegas dinero procedente de los sindicatos del crimen de la costa Este. De hecho, el primer hotel de características de la ciudad moderna (Flamingo) fue construido bajo la supervisión del gánster Bugsy Siegel.
Cuando el hotel The Mirage abrió sus puertas en 1989 se inició una etapa de construcción que se alejaba del centro de la ciudad hacia la zona conocida como Las Vegas Strip. Esto resultó en una caída del turismo de la cual la zona del downtown (zona centro) todavía se está recuperando. En la actualidad, existen 175 establecimientos hoteleros en Las Vegas, con un total de 130.000 habitaciones.
De todas formas, no somos ingenuos, y cuando nos oponíamos a traer este modelo de negocio y desarrollo a Madrid era porque no es oro todo lo que reluce, por mucho que reluzca esta ciudad. La Ciudad de las Segundas Oportunidades y los excesos también tiene su cara oculta: el juego, el alcohol, las drogas y la prostitución. Además, los altos índices de desempleo, de pobreza y de marginación social desmontan la idea de paraíso de Las Vegas, que disfraza sus vergüenzas con la fase suprema del hedonismo. De acuerdo a USA Today, Las Vegas tiene uno de los números más grandes de personas viviendo en las calles. Asimismo, de acuerdo a la misma encuesta, el 20% de esa gente sufre de alguna enfermedad mental severa.
Se han cerrado escuelas y centros culturales y los fondos para obras públicas se han reducido a la mitad. Los servicios públicos quedan en un segundo plano, mientras se facilita la financiación de proyectos de tiburones inmobiliarios con ingentes fortunas como Sheldon Adelson o Steve Wynn. Ellos ponen las condiciones, los gobiernos obedecen embelesados. Los políticos apoyan el desarrollo del turismo, de la industria hotelera y del juego con el pretexto de crear empleo. Sin embargo, el paro supera el 13%, un récord entre las cien ciudades más grandes de Estados Unidos. Además abundan los trabajadores indocumentados, sin contrato y sin seguro médico, con largos horarios diurnos o nocturnos. En muchos casos las condiciones laborales son pésimas. Muchas strippers ni siquiera cobran un sueldo; algunas deben pagar hasta 200 dólares por subirse al escenario y viven de las propinas de los clientes.
Porque detrás del decorado, sólo se respira soledad y falta de espíritu comunitario. Las Vegas es lo opuesto a la solidaridad, es una sociedad de cartón piedra. Un modo de vida que algunos consideran divertido y otros, repugnante.
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