Hola guerrer@s!!
En el jardincillo abierto en la confluencia de la calle «Mártires de la Independencia» con la calle «Venerable Palafox», muy cerca de la plaza de toros de Soria, está colocado el que otrora fuera un patriótico monumento.
Los franceses, de retirada tras haber intentado apropiarse de España, invadida inicialmente por los Cien Mil Hijos de San Luis, que luego serían hasta doscientos mil hijos de Francia, en aquel otro episodio de las siempre frustradas querencias imperiales de los franceses, ahorcaron el 2 de abril de 1812 a «los heroicos vocales de la Junta Superior de Burgos, José Ortiz de Covarrubias, Pedro Gordo, Eulogio José Muro y José Gregorio Navas, mártires de la independencia patria» (según recuerda la lápida colocada en Burgos en 1937).
Fueron tantos los nobles y leales sorianos que, desafiando al ocupante francés, asistieron a las honras fúnebres de los ahorcados, que el gobernador francés mandó entrar en el templo a sus tropas invasoras que, espada en mano, obligaron a profanar templo y cadáveres, que tuvieron que ser cargados otra vez camino del patíbulo y colgados de nuevo en aquel lugar hasta que las aves y los perros los devorasen, como así sucedió.
España, representada por las Cortes reunidas en Cádiz (decreto de 19 de mayo de 1812), las mismas Cortes que sólo dos meses antes habían promulgado la primera Constitución de España, honró inmediatamente a los vocales de la Junta de Burgos que encontraron en Soria tan desgraciado final.
El 8 de noviembre de 1812, celebró la ciudad de Soria la solemne ceremonia conmemorativa: una concurrencia inmensa de la ciudad y pueblos cercanos, todas las autoridades, etc., formando fúnebre procesión, se encaminaron al campo de Santa Bárbara, donde la antigua horca ya había sido sustituida por este sencillo pero elegante monumento.