Avispón asiático

Avispón asiático

19 octubre 2014,   Por ,   0 Comments
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Hola Guerrer@s!!

Tenemos los pelos como escarpias de sólo escribir este breve artículo. Al parecer, Soria se está preparando para la llegada del avispón asiático, una avispa de unos 5 centímetros de largo.

Esta especie es muy corpulenta y posee un potente veneno capaz de disolver los tejidos. Es agresiva y a diferencia de los abejorros, no tolera la cautividad. Además, dispone de unas mandíbulas potentes, armaduras protectoras y uñas tarsales para sujetar a la víctima. Una auténtica arma de la naturaleza.

En los próximos días podría verse por la sierra de la Demanda y Cebollera. Los veterinarios especializados piden que no cunda el pánico pero advierten a los apicultores de que avisen a la Junta si ven avispas de gran tamaño y de tórax y patas negas porque se comen a las abejas. 30 avispones matan 30.000 abejas en 3 horas. No es una batalla, es una masacre, las cortan por la mitad, dejándolas moribundas. Los pocos soldados que quedan no pueden con ellos, así que llegan hasta la miel, las crisálidas y las larvas, que les sirven de alimento durante semanas.

Esto puede suponer un problema ya que la abeja es un insecto fundamental en el equilibrio del ecosistema. De hecho, conoceréis la teoría de que si se extinguiesen en el planeta, desaparecería la vida del mismo.

Además, las picaduras obligan a acudir a los servicios de urgencias. Por ejemplo, en Nagano, Japón, han muerto muchas personas a causa de los avispones. Su veneno es muy potente, y su picadura muy dolorosa. De todas formas, que no cunda el pánico, ya que la situación es totalmente diferente, siendo esta especie endémica y muy numerosa en las islas niponas.

Así mismo, en Japón, la propia naturaleza ha dota a las abejas autóctonas de un curioso y apasionante sistema de defensa. Cuando llega la avanzadilla, el avispón explorador, las abejas le invitan a entrar al nido. Él entra para marcarlo con su feromona, porque así es como está visible olorosamente a sus congéneres. Las abejas, entonces, balancean sus abdómenes para comunicarse la estrategia, aguantando hasta el último momento. Le invitan a entrar a la colmena, y de pronto, el avispón se ve rodeado por centenares de abejas, las cuales no le pican, sino que empiezan a vibrar aumentando la temperatura colectiva hasta los 47ºC. Las abejas japonesas aguantan temperaturas de hasta 48ºC. El límite del avispón es de 46ºC, así que el avispón explorador muere por asfixia y es literalmente “asado” lentamente. Por desgracia, las abejas europeas están totalmente indefensas ante esta amenaza.


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